Departamento desarrollado en un espacio de 263m2, donde se decidió optar por un diseño con acentos contemporáneos que se encargan de crear una sensación sofisticada y de calidad; por lo que el resultado de la conjunción de estas características se refleja en un departamento con identidad propia, ofreciendo espacios de alto confort.
El programa propuesto de diseño basado en la planta arquitectónica, pretende aprovechar la amplitud del espacio original. Al ingresar por el acceso principal se encuentran espacios de uso público como lo son la sala y comedor, conectándose visualmente entre ellos, pero a la vez limitados por los detalles de madera y el mobiliario, delimitando los espacios entre pisos por alfombras como en la sala, y los dobles plafones que en el comedor al muestran un espacio ideal para compartir. La optimización de luz se hace presente con los amplios ventanales que los limitan entre el espacio natural y el ambiente interno, pero a su vez que enriquece el color natural de los materiales al ser tocados por los espectros de luz.
A un costado del comedor se diseñó un elemento escultórico de muro, cuya geometría peculiar y sus materiales generan un imponente remate visual desde cualquier posición, logrando la atracción visual necesaria para la conexión con el espacio.
En las recámaras, el espectro de luz que entra hace que los colores de la madera se reflejen y cambien de tono en las diversas horas del día, enriqueciendo la estética y confort de la habitación. En el baño principal se integró una composición de lambrín de madera de oyamel, complementando adecuadamente el espacio creando contraste dinámico con la estructura de los precolados de concreto que conforma el lavamanos.